sábado, 2 de abril de 2011

LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE

Había una vez tres hermanos que viajaban por un camino sinuoso y solitario al atardecer, de pronto los hermanos llegaron a un rio demasiado traicionero para cruzarlo, pero siendo diestros en el arte de la magia, los tres hermanos solo usaron su magia para crear un puente, sin embargo antes de pasar una figura encapuchada bloqueo su camino, era la muerte y se sintió defraudada porque los viajeros normalmente se ahogaban en el rio, pero la muerte era astuta, fingió felicitar a los tres hermanos por su magia y les dijo que se habían ganado un premio por ser lo bastante listos para evitarla; el mayor pidió una varita más poderosa que cualquiera que existiera y la muerte se la fabrico de un árbol de sauco que estaba cerca. El segundo hermano decido que quería humillar a la muerte aún más, pidió el poder de traer a seres amados desde la tumba, así que la muerte tomo una piedra del rio y se la entrego, finalmente la muerte giro hacia el tercer hermano, un hombre humilde, el pido algo que le permitiera irse de ese lugar evitando que la muerte lo siguiera, la muerte de mala gana le dio su propio manto de invisibilidad. El primer hermano viajo a un poblado distante y con la varita de sauco en la mano, mato a un mago con el que una vez había peleado, ebrio con el poder que le había dado la varita presumió ser invencible, pero esa noche otro mago le robo la varita y le corto el cuello de lado a lado y la muerte reclamo al primer hermano, mientras el segundo hermano regreso a su hogar y tomo la piedra y la giro tres veces en su mano, para su deleite la mujer con la que había querido casarse antes de su repentina muerte apareció frente a él, pero pronto se volvió triste y fría, pues ya no pertenecía al mundo de los mortales, llevado a la locura por su tristeza el segundo hermano se quitó la vida para estar con ella y la muerte se llevó al segundo hermano, al tercer hermano la muerte lo busco por muchos años pero nunca pudo encontrarlo, solo cuando llego a una edad muy avanzada el hermano más joven se quitó el manto de invisibilidad y se lo dio a su hijo, recibió a la muerte como a una vieja amiga y fue con ella con gusto dejando esta vida como iguales.

viernes, 21 de enero de 2011

Historia De Cipriano El Mago "San Cipriano".

VIDA DE SAN CIPRIANO
El santo que se venera con este nombre, fue antes de su conversión al cristianismo, uno de los magos más famosos que se han conocido.
Nacido en Antioquia, entre Sitio, y Arabia, de padres muy ricos y poderosos, ejerció todas las artes mágicas hasta la edad de 30 años en que se convirtió a la religión de Cristo. Dejó escritos infinidad de libros de hechicería, producto de sus muchos conocimientos y de las propias maravillas que ejecutó en su época de mago, y que causaron la admiración de todas las -entes.
Ejercía un poder formidable sobre los espíritus infernales, que le obedecían en todos sus mandatos. Llegó a efectuar sorprendentes encantamientos. Tuvo dominio absoluto sobre las personas y los elementos, debiéndose su conversión al cristianismo al siguiente raro suceso:
Había en Antioquia una doncella cristiana llamada Justina, tan rica como hermosa, hija de Edeso y Cledonia, los cuales la habían educado en su religión que era la de los gentiles. Justina oyó un día predicar a Prailo, diácono a la sazón de Antioquia, y al escuchar las bellezas ideales de la religión cristiana, se convirtió a ella; logrando poco después que sus mismos padres se hicieran cristianos.
Un joven llamado Aglaide se enamoró de Justina y la solicitó por esposa, lo cual no pudo conseguir porque ella ya se había ofrecido a Jesucristo.
Desesperado Aglaide, recurrió a Cipriano el Mago para que doblegara a aquella mujer que tan rebelde se mostraba a sus deseos; el cual aplicó al efecto todos sus hechizos y encantamientos, invocando a los espíritus para que le ayudaran en su empresa.
Todo, sin embargo, resultaba inútil; Justina resistía toda clase de sortilegios, porque se hallaba bajo la intercesión de la Virgen y auxiliada por la divina gracia de Jesús, teniendo además en las rayas de su mano derecha el signo de la cruz de San Bartolomé, la cual por sí sola tiene poder contra toda clase de maleficios y encantamientos.
Lleno Cipriano de furor al verse vencido por una tan delicada criatura se levantó contra Lucifer y le dijo:
-¿En qué consiste, ¡oh genio del averno! que todo mi poder se vea humillado por una tan débil mujer? ¿No puedes tú tampoco con tanto dominio como posees someterla a mis mandatos? ¿Dime luego: ¿qué talismán o amuleto la protege, que le da tuerzas para vencerme a mí y hacer inútiles todos mis sortilegios?
Entonces Lucifer, obligado por orden divina le dijo:
-El Dios de los cristianos es Señor de todo lo creado y yo, a pesar de mi dominio, estoy sujeto a sus mandamientos, no pudiendo atentar contra quien haga use del signo de la cruz. De esto se vale Justina para evitar mis tentaciones.
-Pues siendo esto así -dijo Cipriano, desde ahora mismo reniego de ti y me hago discípulo de Cristo.
Lo cual hizo, logrando más adelanté recibir el martirio y ser contado en el número de los santos.

miércoles, 12 de enero de 2011

Salmos 23 ó Salmo de David.

Jehová es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce;
me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.
Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.
Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.
La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre.

Salmo 91

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo a Jehová: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.
Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas,
pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!
No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía.
Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará.
No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos recibir su merecido.
Ya que has puesto al Señor por tu[a] refugio, al Altísimo por tu protección,
ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar.
Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.
Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna.
Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!
Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.
Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores.
Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»

jueves, 16 de diciembre de 2010

SHEMA YAHAVÉ

Escucha, Mundo Entero: Yahvé Mi Dios Es El Único Yahvé.
Amaré A Yahvé Mi Dios Con Todo Mi Corazón, Con Toda Mi Alma Y Con Todas Mis Fuerzas.
Que Queden En Mi Corazón Estas Palabras Que Yo Expreso Hoy.
Yahvé Mi Dios Protegerá, A Él Le Serviré, Por Su Nombre Viviré.

Historia De Jonas Sufurino

AL MUNDO TODO
Yo, Jonás Sufurino, monje del monasterio del Broken, declaro solemnemente postrado de rodillas ante el firmamento estrellado, que he tenido tratos con los espíritus superiores de la corte infernal en hebreos caracteres.
Yo expongo al orbe entero que lo que en este libro se contiene es verdad. Yo era un incrédulo, pero la evidencia me sacó de mi error. Aficionado desde niño al estudio de las ciencias, cuando llegué a la edad del hombre no había conocimiento que yo ya no hubiese profundizado. Pero en el fondo de todos ellos encontraba el vacío. Mi alma entonces se agitaba sedienta por descubrir la suprema ver-dad secreta. Cuando profesé de monje en el monasterio del Broken, consecuente con mis aficiones solicité el cargo de bibliotecario, y allí, en su vasta y antiquísima Biblioteca me aislé por completo, pasando los años en los más profundos y misteriosos estudios.
Había allí innumerables volúmenes que trataban de las artes mágicas, La simple lectura de algunos de ellos me convenció de que allí se hallaba lo que buscaba. Yo me hacia las siguientes reflexiones: no hay duda que existen los espíritus Buenos y malos, y que están en relación con los hombres; no hay duda que dichos espíritus están dotados de una inteligencia soberana, puesto que la misma religión les da el poder de tentamos, de inducirnos al bien o al mal; luego, si por medio de la magia puede el hombre ponerse en relación con estos espíritus, ese hombre logrará alcanzar la suprema sabiduría.
Me hacía yo todas estas reflexiones en mi celda solitaria y entre los polvorientos libros de mi biblioteca: pero aún no me había atrevido a poner en práctica los medios que me condujeran a tal fin. Decidí, pues, ejecutar al cabo mi proyecto.
Era una noche de helado invierno. El cielo aparecía negrísimo cubierto de enormes nubarrones que por momentos se veían desgarrados por la rojiza luz de los relámpagos. Silbaba horriblemente el viento entre los pinos de la montaña. La lluvia azotaba los vidrios góticos de las ventanas del monasterio. Yo no tenía miedo. Esperé a que fuera media noche. Cuando todos los monjes se hallaban recogidos en sus celdas, y acaso dormían, dejé yo silenciosamente el convento y emprendí la marcha hasta la más alta cima de la montaña. Cuando estuve en lo más alto, me detuve. Los relámpagos cruzaban incesantemente por mi cabeza. Yo persistía en mi propósito de invocar al rey del Averno. El huracán se estrellaba contra mi cuerpo y retorcía furiosamente mi hábito monacal. Pero yo, firme como una de las rocas que tenía bajo mis pies, ni me amedrentaba, ni vacilaba en m1 empresa. Juzgué entonces llegado el momento de llamar al diablo.
Si es verdad que existes -grité con voz tonante ¡oh, poderoso genio del Averno! preséntate a mi vista.
Y al punto, en medio de un relámpago formidable, se apareció el espíritu infernal que había yo invocado.
-¿Qué me quieres? -dijo.
-Quiero -le respondí sin inmutarme entrar en relaciones contigo.
-Concedido -repuso. Vuélvete a tu celda. Allí me tendrás siempre que desees. Y puesto que sé lo que quieres, te revelaré todos los secretos de este mundo y de los otros. Te entregaré un libro que será como el catecismo de las ciencias secretas, catecismo que sólo podrán comprender los iniciados...
Y desapareció, Yo torné a mi monasterio. Volví a ver a mi grande y misterioso amigo siempre que me fue necesario. El, en fin, me ha revelado el libro éste que dejo a la posteridad, como la (lave de oro que abre y descifra los supremos arcanos de la vida y de la naturaleza, completamente ignorados por los seres incrédulos o vulgares. Vale.
Monasterio de Broken.
Año de Gracia, 1001